En un giro insólito de la política casanareña, el Tribunal Administrativo de Casanare decretó la pérdida de investidura del diputado Wilder Andrés Ávila Tibavija, mientras que, por los mismos hechos y en la misma sesión plenaria, la diputada Marisela Duarte Rodríguez había sido absuelta meses atrás.


La paradoja judicial: el mismo 28 de noviembre de 2024, en la elección del secretario general de la Asamblea, Ávila recusó a Duarte por presunto conflicto de intereses. Sin embargo, participó en la discusión y votación de esa recusación, lo que el Tribunal interpretó como una clara violación al régimen de conflicto de intereses.
¿Por qué sí Ávila y no Duarte?
- Ávila sancionado: El fallo concluyó que actuó como juez y parte, con plena conciencia de su deber de imparcialidad. Su trayectoria pública, su rol como vicepresidente y presidente de la Comisión de Ética y hasta haber sido autor del reglamento interno de la Asamblea, pesaron en su contra. Para los magistrados, no podía alegar ignorancia ni confusión: sabía que debía abstenerse y no lo hizo.
- Duarte absuelta: En contraste, en abril de 2025 el mismo Tribunal absolvió a Duarte, aunque reconoció un error objetivo: participar en una votación que la comprometía. La diferencia estuvo en el “elemento subjetivo”: se le concedió buena fe, por falta de experiencia y claridad normativa. En otras palabras, se le perdonó por ignorancia.
El carambolazo político
La sesión terminó con la elección de Wilmer Alonso Vega como secretario general, elección que luego también fue anulada. Es decir, de una misma jugada política, el Tribunal tumbó al recusador (Ávila), salvó a la recusada (Duarte) y de paso terminó sin secretario legítimamente electo.
Lo que viene
La decisión contra Wilder Ávila y la absolutoria a favor de Marisela Duarte son de primera instancia y pasan a apelación de segunda instancia ante el Consejo de Estado. Mientras tanto los efectos de estos fallos quedan suspendidos. En caso de que el fallo sea adverso contra Ávila, la Asamblea deberá avanzar en el proceso para suplir la curul del diputado de Colombia Renaciente, elegido para el periodo 2024–2027.
Si se ratifica la absolución de Marisela Duarte no pasará nada diferente, contiunará en su curul y, si por el contrario es condenada, perderá su investidura.
